Creemos que todo el mundo tiene derecho a escuchar las buenas noticias sobre Jesús y nuestra oración es ver comunidades de creyentes adorando y siguiendo a Jesús en cada nación, tribu y lengua.
Creemos que el evangelismo no es una excusa para el servicio médico voluntario o para la educación gratuita a las comunidades desatendidas. El evangelismo es una forma de vida, donde la predicación del evangelio debe reflejarse en hechos y palabras.
Nuestros equipos ingresan a los más diversos lugares como escuelas, cárceles, universidades, plazas públicas realizando lo que llamamos impactos en fiestas populares y lugares de concentración pública utilizando las más diversas estrategias, como las artes, los medios, la música y el deporte. En cada uno de estos esfuerzos evangelísticos, las personas que aceptan a Jesucristo como Salvador son, siempre que sea posible, referidas a una iglesia para seguimiento y discipulado.
Creemos que el mensaje inmutable del evangelio debe ser contextualizado al idioma y cultura del oyente, sin perder sus características intrínsecas. En otras palabras, creemos que el mensaje no cambia, pero que su presentación debe ser relevante para la generación actual.
Hay cientos de oportunidades, en cientos de escenarios. Únete a nosotros en esta tarea de presentar el evangelio de Jesucristo.